La sentencia Reconoce Incapacidad Absoluta por Fibromialgia, incontinencia, migraña y depresión.
Una reciente sentencia que hemos recibido, dictada por el Juzgado de lo Social Nº 1 de Tarragona, ha reconocido a nuestra clienta la incapacidad permanente absoluta como consecuencia de múltiples patologías crónicas, entre ellas fibromialgia, migraña crónica, incontinencia urinaria y fecal, y un trastorno depresivo mayor cronificado. Este fallo supone un importante precedente para personas con enfermedades de evolución compleja y poco visibles.
La afectada había sido inicialmente calificada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) con una incapacidad permanente total para su profesión habitual de auxiliar administrativa. Sin embargo, tras agotar la vía administrativa y presentar una demanda judicial representada por nuestros profesionales, el juzgado ha reconocido la verdadera magnitud de su deterioro funcional y psicológico, declarando que no está en condiciones de desempeñar ninguna actividad profesional con un mínimo de profesionalidad y eficacia.
El fallo recoge que, a pesar de los tratamientos médicos y psicológicos seguidos durante años, las patologías no han mostrado una mejoría significativa. De hecho, el informe del Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA) indica un índice GAF de 49, lo que significa que la persona presenta síntomas psicológicos graves o dificultades serias en el funcionamiento social, laboral o escolar. Según el manual DSM-IV (donde se usaba esta escala), el rango de 41 a 50 representa: “Síntomas graves o cualquier deterioro grave en áreas importantes del funcionamiento”.
Además, la Generalitat de Cataluña le había reconocido, tras solicitud, un 69% de discapacidad.
Fundamentación jurídica clara y contundente
La Magistrada fundamenta su decisión en el artículo 194 del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, el cual establece que la incapacidad permanente absoluta se reconoce cuando una persona queda inhabilitada por completo para toda profesión u oficio. Asimismo, se valoró que el conjunto de dolencias físicas y mentales, así como la falta de respuesta a los tratamientos prescritos, impedía a la demandante realizar tareas productivas, incluso de carácter sedentario o liviano.
La sentencia fija que la trabajadora tiene derecho a percibir una pensión del 100% de su base reguladora (1.834,58 €) con efectos económicos desde el 27 de junio de 2023. Además, se ordena la revocación de la resolución administrativa del INSS de fecha 13 de julio de 2023, que sólo le reconocía una incapacidad total.
Este caso demuestra que los informes médicos, psicológicos y el acompañamiento legal especializado son esenciales para lograr un resultado justo cuando la administración no reconoce la gravedad real de la situación.
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